jueves, 24 de marzo de 2011

Empire State, la vista urbana más espectacular del mundo


El Empire State Building, que en unos meses cumplirá 80 años y es el edificio más emblemático de la Gran Manzana, forma parte de ese itinerario de imprescindibles que todo el que va a NYC debe visitar sí o sí. Situado en la Quinta Avenida con la 34, durante muchos años ostentó el orgulloso título de edificio más alto de Nueva York, recuperándolo desgraciadamente tras los ataques terroristas del 11-S que provocaron la destrucción del World Trade Center.



Datos aparte, que hay muchos y se pueden consultar sin problema en miles de páginas de Internet, la realidad es que estamos ante una de las vistas más espectaculares de todo el Planeta, por no decir la más, ya que para gustos se hicieron los colores y cada uno tiene su favorita. Por si no se nota somos unos enamorados de LA CIUDAD (con mayúsculas, porque para nosotros no hay otra igual), así que igual podemos pecar de subjetividad, pero viendo las fotos que acompañan al post cada uno podrá sacar sus conclusiones. También imaginamos que muchos habéis pasado por esta experiencia, así que podréis dar vuestra opinión de primera mano.



El consejo que recibimos en su día y que os transmitimos es que procuréis subir por la tarde antes de que el sol se retire para aprovechar y ver la vista de día y de noche porque el paisaje cambia tanto que es una pena tener una única visión de semejante espectáculo. Hay que tener en cuenta las kilométricas colas, que varían dependiendo de la época del año y la hora, pero que en algunos momentos de temporada alta pueden llevarte un par de horas hasta que consigues alcanzar la deseada azotea. Por el camino y de regreso los inevitables intentos de colarte el souvenir-foto de turno, pero con eso ya contamos en todo este tipo de visitas. Fácilmente eludibles porque con una cámara inmortalizarás recuerdos mucho mejores y más baratos.




Y una vez que has alcanzado la cima, poco más te podemos decir que disfrutes de las vistas y te hartes de dar vueltas y tirar instantáneas. En cada centímetro descubres una vista diferente y más espectacular. Con el cambio de luz surgen nuevos tiros de cámara y más fotos que sacar. Creo que con echar un vistazo a las que acompañan os haréis una idea de lo que estamos hablando. No somos profesionales de la cámara ni de lejos, pero creo que bastará para refrendar todo lo que hemos dicho: la vista urbana más espectacular del mundo.



Ahí os dejamos un álbum con más fotos:
NYC desde el mítico Empire State

miércoles, 23 de marzo de 2011

La espectacular y peligrosa travesía de las cataratas del Iguazú



Leo con tristeza que dos turistas han fallecido en las preciosas cataratas del Iguazú al volcar la lancha en la que realizaban una excursión y es inevitable recordar esa misma experiencia hace ahora más de 6 años, en febrero de 2005. Cierto es que este tipo de actividades no están exentas de riesgo en cualquier parte del mundo que las realices, pero recordábamos mi mujer y yo el, digamos, temor con que afrontamos la aventura. La embarcación, no muy grande si la comparamos con las que realizan un trayecto similar en las cataratas del Niágara, ofrecía una dudosa estabilidad, a lo que contribuía la belleza salvaje de la espectacular caída de agua.



El recorrido hay que reconocer que te deja boquiabierto, pero acentúa tu sensación de peligro, con constantes sobresaltos que hacen temer que la barca vuelque, como por desgracia ha ocurrido en el caso de los dos estadounidenses fallecidos. Llegas a situarte debajo de uno de los grandes saltos de agua que hacen de esta zona uno de los lugares más impactantes del planeta, pero, además de llevarte el consiguiente chapuzón, no dejas de agarrarte a lo más cercano que tienes por miedo a lo que pueda pasar. Viendo mi pasaporte nunca olvidaré ese día, porque tanta agua dejó una marca imborrable en el mismo, así como en una cartera que ya pasó a mejor vida. Y todo a pesar de que iban protegidas dentro de una mochila que hubo que abandonar en tierras sudamericanas por inservible.



Las fotos que acompañan el artículo hablan a las claras tanto de la belleza del paisaje como de la peligrosidad de la excursión, que a nosotros sólo nos supuso unos cuantos sobresaltos, pero que desgraciadamente a otros les ha costado la vida. Y es que en estas experiencias toda medida de seguridad es poca.

sábado, 9 de octubre de 2010

El terrorífico restaurante de unos ganadores de Eurovisión


Ganar Eurovisión es garantía de salto a la fama. Cuando encima tu triunfo conmociona a toda Europa por las pintas con las que te presentas al concurso y arrasas ante la sorpresa generalizada te conviertes en un referente para tus paisanos y ya puedes hacer casi cualquier cosa. Es lo que le sucedió a la banda finlandesa de heavy metal Lordi, cuyo aclamado triunfo en el festival de 2006 les permitió licencias como la de abrir un restaurante temático en su localidad natal de Rovaniemi, digno de ver, pero con escaso talento culinario. Esta sorprendente localidad es la ciudad más destacada de la Laponia finesa y presume de ser el hogar de Santa Claus, además de estar en la línea del Círculo Polar Ártico, por lo que atrae un sinfín de visitas que la han convertido en una villa difícil de clasificar. Y el remate ha llegado con la apertura de este cafe-restaurante, una suerte de Hard Rock Café en honor de la banda y del terror en general.



Sólo su ubicación en un mall ya llama la atención por la pérdida de glamour. Nos costó encontrarlo porque por nada del mundo imaginábamos que un lugar así podía estar situado en un centro comercial como el de La Vaguada. Una vez localizado nos llamó la atención la recargada decoración satánico-terrorífica con continuas referencias al grupo, lógicamente. Figuras, caretas, tronos... la ambientación estaba muy lograda.


Lástima que lo que no acompañara fuera la comida. Una barra más propia de un burger con su cartel luminoso indicaba una serie de platos grasientos y poco apetecibles que iban desde las originales hamburguesas a las no menos sorprendentes patatas fritas. En fin, decidimos que era mejor apostar por el reportaje fotográfico que por la adquisición de unos gramos más de grasa y nos saltamos esa parte del recorrido.


En el álbum de fotos podréis haceros una idea del lugar, que se puede visitar si andais alguna vez por estas tierras de Santa Claus.

El terrorífico restaurante de unos ganadores de Eurovisión

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Copas en Estocolmo a 5 grados bajo cero

 

Aunque ya están extendidos por el mundo y hasta en Madrid y Barcelona han abierto uno, la visita al bar de hielo de Estocolmo se nos antojaba una buena manera de concluir nuestras vacaciones de 2010 por Escandinavia. Ya habíamos hecho un primer intento en Helsinki, donde también existe el correspondiente reclamo helado para turistas, pero nos resultó bastante cutre la entrada, al lado de una especie de discoteca de salsa (sí, en pleno corazón finés, salsa y cervezas a mitad de precio en la hora feliz) con dos gorilas en la puerta que no invitaban a acceder. Así que nos reservamos para la capital sueca. Nada que ver. Situado en los bajos del Nordic Sea Hotel, la llegada era más placentera y animaba a gastarse los 18 euros, con un chupito de Absolut Vodka (por algo da nombre al bar), o los 15 del chupito de zumo sin alcohol para los abstemios. Un amplio ventanal congelado deja intuir la estancia helada desde el vestíbulo del hotel y una pequeña tienda de merchandaising se encuentra pasado el acceso principal (ver localización en Google Maps).

 

Una vez cumplido el trámite monetario pasas a una sala en la que se encuentran una especie de abrigos estilo marinero para colocarte encima y soportar los 45 minutos máximos de permanencia en el local (por aquello de las congelaciones y demás), así como unos guantes, que al principio, con tanta foto, no te pones, pero a los que acabas dando las gracias cuando el ímpetu inicial se ha refrenado.



La estancia no es muy grande y se accede según van saliendo otros clientes para mantener un número fijo de personas, no superior a los 20 más o menos. Todo es de hielo. Una curiosa barra a la derecha, los vasos de chupitos, las mesas, los asientos... Tan sólo el camarero es de carne y hueso, aunque a veces parezca que se va a quedar pasmado. Poco más se puede hacer que escuchar música para mover el esqueleto y combatir el frío, beberte el chupito y sacar cientos de fotos. No es el típico bar en el que iniciar una noche de viernes con tapitas y todo eso, no, ése no es el plan.


En resumen una experiencia curiosa con la que tener unas cuantas fotos llamativas que mostrar a los amigos. Para repetir, lo que se dice repetir, más bien no.


Ahí os dejamos un álbum de fotos del local:
Tomando copas a 5 grados bajo cero en Estocolmo

viernes, 17 de septiembre de 2010

Durmiendo en un cárcel de Helsinki

Después de unos meses de holgazanería en los que hemos aprovechado para recopilar materiales para próximos posts, retomamos el trabajo de tecla para contaros nuestra experiencia en una cárcel de Helsinki. Dicho así le da un toque novelesco al estilo 'Bangkok Hilton', pero nada más lejos de la realidad. Aquí duermes plácidamente sin temer por tu vida gracias al magnífico trabajo de rehabilitación que la cadena Best Western (no nos pagan comisión) ha hecho con una antigua cárcel situada en una zona próxima al puerto de la capital finesa, Katajanokka.



Al hotel-cárcel no le falta ni un solo detalle. Para empezar los empleados lucen trajes a rayas horizontales blancas y negras con su correspondiente gorra de preso blanquinegra. Están tan logrados que sólo les falta la bola atada al pie. Nada más superar el muro exterior, habitual en las prisiones, se abre un patio que rodea el edificio, que, como os imaginaréis, es sobrio y austero. Vamos una prisión en toda regla.



Dentro se mantienen los corredores originales y, aunque hay ascensores para facilitar el acceso con maletas, las escaleras típicas de cualquier cárcel conectan un piso con otro. Por supuesto el acceso a las celdas-habitaciones se realiza a través de unas puertas similares a las de las prisiones. Los cuartos disponen de todos los lujos propios de un hotel de 4 estrellas, aunque hay curiosidades que recuerdan a su antiguo uso, como las ventanas a una altura a la que ni Pau Gasol podría llegar.



El desayuno también se sirve en un sótano donde probablemente se encontrarían los antiguos comedores para los reclusos. Además te puedes llevar recuerdos muy carcelarios, ya que en el vestíbulo cuentan con una pequeña tienda en la que se exhiben desde loros con traje de rayas a esposas pasando por camisetas de preso y un buen número de souvenirs, completando así un ambiente muy divertido en el que pasar unas noches en Helsinki. Y encima a un precio muy recomendable, algo extraño por estos lares.


Ahí os dejamos un álbum más completo por si os animáis algún día:

Durmiendo en una cárcel de Helsinki

domingo, 9 de mayo de 2010

Speicherstadt, los almacenes de la cultura


Centrándonos en aspectos más urbanísticos, en Hamburgo existe una zona llamada Speicherstadt que marca el paso arquitectónico de la ciudad en los últimos tiempos. Como en muchas otras ciudades del mundo se trata de una zona de antiguos almacenes y fábricas que se ha reconvertido en un núcleo cultural con la presencia de hasta ocho museos y numerosos edificios dedicados a empresas, lo que la ha situado como una de las zonas más atractivas de visitar. Su situación al borde del archipiélago del Elba completa un lugar realmente interesante de visitar (plano de localización).
 

Entre los numerosos almacenes reconvertidos en museos de este grupo arquitectónico que es el mayor de este tipo en todo el mundo existe uno muy recomendable y curioso por si alguien tiene tiempo antes de la finalísima. Se trata del  Dialog im Dunkeln (Diálogo en la Oscuridad), en el que un guía ciego te acompaña por recreaciones de la jungla, la ciudad y el campo con el objetivo de saber lo que es vivir privado de la vista. En el resto de museos se puede observar un trozo del muro de Berlín en el exterior de Deutsches Zollmuseum o Museo Aduanero Alemán, la popular Mazmorra de Hamburgo o el curioso Museo de Especias y Hierbas.


Pero sinceramente, más que entrar en museos que no figuran entre los más destacados del mundo del arte y teniendo en cuenta la premura de la visita, lo más aconsejable es dar una vuelta por el lugar y observar cómo una zona de almacenes y fábricas se puede convertir en santo y seña de la modernidad para una importante ciudad.


Y seguramente no podréis por coincidir con la final, pero la iluminación nocturna convierte la zona en un lugar espectacular.


Ahí os dejamos un álbum del lugar:
Speicherstadt, los almacenes de la cultura

sábado, 8 de mayo de 2010

Sankt Pauli, el barrio rojo de Hamburgo


Aunque el barrio rojo de Amsterdam se lleve la fama, Sankt Pauli acoge uno de los lugares de perdición y ocio adulto más importantes de Europa. Curiosamente en este barrio portuario de Hamburgo comenzó a consolidarse la carrera de los mismísimos Beatles, circunstancia que no pasaréis por alto si lo visitais porque hay continuas referencias al cuarteto de Liverpool. Cuenta con una larga calle principal, la Reeperbahn, donde se amontonan locales de copas y desenfreno, sex shops, teatros calentitos y todo tipo de lugares subidos de tono. Si echas un vistazo a los escaparates de las tiendas, las risas están garantizadas con los numerosos y variados artilugios relacionados con el sexo (localización en Google Maps).


Llama la atención que en mitad del barrio se alza un enorme edificio de la Polizei, señal de que hace tiempo fue necesaria su presencia intimidatoria para frenar los impulsos de más de uno al que las copas y el calentón le hacían perder la cabeza.


Pero cualquiera que haya estado en Amsterdam sabe que la fama de su barrio rojo son los famosos escaparates donde se exhiben las mujeres que ejercen la prostitución, legal y controlada por el ayuntamiento con sus controles médicos obligatorios y sus alquileres. Pues esos escaparates también existen en Sankt Pauli. A diferencia de la ciudad holandesa, en este barrio de Hamburgo se esconden tras una especie de burladero donde advierten de la prohibición de entrar a menores de 18 años y a mujeres.

Una vez que superas esa barrera de entrada (perdón por la calidad de la foto, pero entre los nervios y que era de noche...) te encuentras con un enorme patio al que dan casas de dos plantas en cuyas escaleras y ventanas se exhiben las profesionales del sexo.



Pero bueno se supone que habéis viajado para ver la final del Atleti, así que volveremos a la calle principal, donde decenas de bares ofrecen litros de cerveza para combatir el frío habitual, aunque en estas fechas me imagino que ya se podrá disfrutar de las terrazas o simplemente tomarse algo a las puertas de los locales. Y cuidado con los ingleses que ya se sabe que con dos copas encima se les va la cabeza y esta zona es muy propicia para ello.


Ahí os dejamos un álbum de fotos del barrio:
Sankt Pauli, el barrio rojo de Hamburgo