domingo, 3 de abril de 2011

Chungking Mansions, el low cost del alojamiento y la comida en Hong Kong



Como os dijimos en su momento, en nuestras peripecias por Hong Kong contamos con la inestimable orientación de nuestros amigos Sharon y Alberto. Uno de los lugares que nos habían llamado la atención al leer la guía eran las Chungking Mansions. Por la descripción del libro, "se trata, sin duda, de un lugar único en el mundo, una auténtica posada cosmopolita", a la que acompañaba una clara recomendación de buscar otro sitio donde alojarse, nos apetecía ver en persona un sitio tan curioso y nuestros anfitriones no dudaron en llevarnos a visitarlo, sabiendo claramente que no nos dejaría indiferentes.



Pese a su 'oscura' fama, que habla de un lugar en el que las medidas de seguridad en caso de incendio dejan mucho que desear, por no hablar de sus condiciones higiénicas, se sitúa en la arteria principal de la península de Kowloon, en la calle Nathan Road. Su gigantesco y destartalado aspecto llama la atención desde el inicio. Un frontal tremendo abarrotado de aparatos de aire acondicionado dispuestos sin un orden lógico generando una caótica fachada.


Las Chungking Mansions atraen tanto a turistas que buscan una cama a precios realmente tirados (hablamos de 'dormitorios' desde 6,5 euros por persona en el más barato, y una media de 30 euros por habitación doble en los cerca de 80 establecimientos que hay en las 17 plantas de esta torre) como a todo aquel que quiere disfrutar de diferentes ofertas gastronómicas, en especial indias, a un precio inigualable. Nada más entrar te encuentras con un ambiente más propio de un mercado que de un 'hotel' o 'restaurante', con diversas personas gritando y ofertando habitaciones, comida, cambio, ropa...


La enorme torre que alberga las Chunking Mansions dispone de cinco bloques con sus respectivos ascensores, que parecen un signo de identidad. Junto a ellos existen unos enormes carteles donde se ofertan los numerosos establecimientos de comidas y alojamiento que, para un occidental, resultan una mezcla tremenda de nombres que agotan la vista. Fuera de los elevadores hay dos pantallas de televisión que muestran el interior de los mismos como para dar tranquilidad y seguridad al 'valiente' que se meta en ellos.


Hemos de confesar que sólo estuvimos en el lugar como exploradores, pero que ni nos alojamos ni comimos. Dejamos esa misión para alguno que tenga más estómago y pueda contar su experiencia, que seguro que será mucho más completa y enriquecedora, en los comentarios de este post. Sólo podemos decir que, como esperábamos, nos llamó la atención y mereció la pena la visita.

1 comentario:

  1. Hola! Gracias por la información. Estoy planeando un viaje a Hong Kong y este será sin duda uno de mis destinos. Ojalá sea tan bueno como los hoteles en buenos aires, mi ciudad. Saludos!

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