Uno de los placeres que tienen los americanos en sus momentos vacacionales es recorrer ese extenso territorio del que pueden disfrutar. Más que un país, Estados Unidos es un auténtico continente, en el que cada estado encierra unos secretos por descubrir. Hay miles de millas que devorar para llegar a lugares espectaculares. Pero tanta diversión y tanto camino provocan unas lógicas ganas de descansar. Y qué mejor forma de hacerlo que en tu propia mansión con ruedas. Durante el tiempo que hemos pasado en los USA hemos tenido la oportunidad de ver decenas de caravanas rodantes, algunas de las cuales nos parecían más autobuses que caravanas. Con ese gusto por lo gigantesco (neveras portátiles con ruedas en las que cabe el frigorífico de una familia media española, bolsas de patatas XXL, bebidas con hielos rebosando...), resultaría extraño que se dejaran ver con minicaravanas en las que apenas cabe una pareja. No, ellos recorren su vasto territorio al volante de auténticos chalets rodantes en los que no falta ni la aspiradora, la televisión con antena parabólica o el sofá de tres plazas. Aquí os dejamos un ejemplo de este tipo de casas con ruedas que os encontraréis si conducís algún día por esa maravilla de highways.
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